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Palestina, el hilo de la memoria

BARATARIA
04 / 2012
9788492979264
Castellano
8
ESPAÑA
Narrativa

Sinopsis

Se empezó por conquistar el lenguaje para conquistar la tierra y vaciarla. Y así, el pueblo que ocupaba esa tierra se convirtió en un «problema», una «cuestión». El problema palestino, la cuestión palestina. La cosificación del otro, «excluyéndolo de la categoría de un nosotros dotado de derechos, necesidades, sentimientos y aspiraciones». Este es un libro de hechos y personas y de lenguaje puesto en su sitio. De un pueblo que fue sacrificado en virtud del proyecto sionista que empezó a gestarse en Europa en el siglo XIX; de un pueblo que no es «sino vidas que, tomadas una a una, tienen rostro, carne, sangre y nombres, y proyectos de futuro y recuerdos, y rencillas irresueltas y genealogías familiares con abuelos y bisabuelos enmarcados en fotografías de color sepia en la pared del salón». De entonces acá, Aranguren tira del hilo y encuentra la historia, nos conduce hasta esta Palestina rediezmada y reexpoliada, esta Palestina de la recolonización sin límites. (Maruja Torres, 29-4-2004)Teresa Aranguren nació en Artziniega (Alava) en 1944. Periodista especializada en Oriente Próximo. Se licenció en filosofía y letras en la Universidad Complutense de Madrid en 1970 y es diplomada en psicología y antropología también por la Universidad de Madrid. En 1980 se trasladó con su marido a Jordania para dar clases de español en la Universidad de Yarmouk. Allí entró en contacto con el drama de los refugiados palestinos y esa experiencia determinó in giro en su trayectoria profesional y vital. Actualmente es miembro del Consejo de Administración de RTVE designada por IU-ICV.Palestina pertenece a los árabes de la misma manera que Inglaterra pertenece a los ingleses o Francia a los franceses... Lo que está sucediendo en Palestina en la actualidad no puede justificarse por ningún código moral de ninguna especie. Si ellos tienen que considerar a la Palestina geográfica como su hogar nacional, es incorrecto que entren en el país bajo la sombra de los fusiles británicos. Un acto religioso no puede realizarse con la ayuda de las bayonetas o de bombas. Pueden asentarse en Palestina solo a través de la buena voluntad de los árabes. En la situación actual, son los copartícipes de los británicos en el despojo de un pueblo que no les ha hecho ningún mal. No estoy defendiendo los excesos árabes. Desearía que hubieran escogido el camino de la no violencia en la resistencia contra lo que consideran -con justicia- como una invasión inaceptable de su país. Pero, según los cánones aceptados de lo que es justo o injusto, no se puede decir nada contra la resistencia árabe frente a desventajas abrumadoras. Mahatma Ghandi.

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