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Tratado operaciones deben practicarse en la dentadura y metodo para conservarla en buen estado

KRK EDICIONES
08 / 2003
9788496119390
Castellano
AVELLO DE BIBLIOFILIA
Medicina y salud

Sinopsis

El siglo XVIII «la Ilustración, en definitiva» relanzó la medicina española, por la pretensión de mejorar la cantidad y la calidad de la población. Los gobiernos ilustrados impulsaron las organizaciones sanitarias e higiénicas, exigiendo a la medicina la recuperación de su carácter de ciencia aplicada, en beneficio de la población y sus dirigentes. Se modifica, pues, la orientación teórica y especulativa de la práctica médica, imponiéndose nuevos criterios: utilidad, empirismo y eclecticismo.





El tercer método tradicional de lucha contra la enfermedad «en la serie hipocrática: dieta, droga y hierro» es la cirugía, disciplina manual que hasta el siglo XVIII no gozó de excesiva científica ni social. Fue la nueva necesidad de muchos y buenos cirujanos (para el ejército y la población civil), la que impulsó la creación de centros de formación específicos.





Todo lo expuesto derivó, sin duda, en una mejora en las técnicas quirúrgicas y las condiciones operativas: empezó a cuidarse el instrumental, a proceder regladamente y con limpieza, a conocer «científicamente» la enfermedad...





Curiosamente, para el tratamiento y cuidado de los problemas dentales, los primeros terapeutas en la materia fueron médicos; puede decirse que hasta el siglo XV no hubo cirujanos y barberos verdaderamente especializados en el cuidado de la dentadura. En España, la literatura odontológica española resucita en las postrimerías del XVIII con dos obras específicas: el Tratado de las enfermedades de la boca de Francisco Antoni Peláez (1975), y el Tratado de las operaciones que deben practicarse en la dentadura de Félix Pérez Arroyo (1799).





El Tratado de las operaciones se divide en siete clases de operaciones, a saber: 1) apartar o separar los dientes cuando están fuertemente unidos por indisposiciones particulares; 2) modo de limpiarlos o conservarlos en buen estado; 3) tapar los agujeros que se hayan formado en ellos; 4) modo de limarlos cuando son largos o desiguales; 5) extracción de dientes, colmillos y muelas; 6) colocación de dientes artificiales; 7) cerrar los agujeros del paladar con los obtunadores.





Las láminas con utensilios que ilustran la obra fueron grabadas por un artusta modesto: José María de la Vega, que no se encuentra entre los grandes grabadores españoles de la época, que participaron en otras obras médicas o científicas del momento. El paralelismo entre la obra de Pérez Arroyo y Fauchard (no sólo en el texto, sino incluso en las láminas que muestran el material quirúrgico) es inevitable.





Emilio Suárez Nimo (Introducción al Tratado de las operaciones).

PVP
60,00